sábado, 24 de diciembre de 2011

Lo bueno y lo malo de la Navidad

N. del A. Un MEME me manda hacer Violante. En este caso Violante es Sybila Layna, reina propietaria del blog El Oasis de Layna y el MEME, un reto sobre la Navidad, tres cosas que me gustan y tres que no.  Nada que mi inútil ingenio de primate no pueda acometer con todas las posibilidades de fracaso a mi favor.
Año II, opus 84
Normas de este MEME:
 1.- Escribir tres cosas buenas y tres malas de la Navidad.
2.- Incorporar esta imagen en tu post como referencia.
3.- Citar al blog que te lo envía y se acordó de ti.
4.- Enviárselo a tus blogs favoritos para que siga la cadena.-
5.- Amar al prójimo en estas fechas. (Este último es  de mi  cosecha,
 y es que la Navidad me vuelve un cursi repelente)
No se puede decir nada nuevo de la Navidad. Esta es la primera de las cosas que no me gustan. Nos repetimos de forma cansina y la blogosfera es un buen ejemplo. El año pasado, por estas sagradas fechas, yo mismo escribí un post sobre la navidad sostenible donde  contaba cosas que ya todos sabemos: que si las fiestas, las comilonas, los gastos, los cuñados, etecé etecé, todos lugares comunes, nada que no les suceda a todos ustedes. Y digo que a todos, porque entiendo que si tienen un ordenador para leerme, también tienen medios económicos para las celebraciones navideñas. No olvido que hay mil millones de personas en el mundo que no tienen el problema de los gastos y comilonas de la Navidad, sino el de sobrevivir cada noche, pero aún ésos, no se libran de los cuñados, que son gratis en todo el globo.


En llegando a este punto, en el que todos los años es lo mismo de lo mismo, es donde aparece la primera de las cosas que me gustan de estas entrañables fechas: nuestra inagotable capacidad de sorprendernos con la Navidad. Un ejemplo: Año tras año, se iluminan la calles con bombillas en forma de campanas, abetos, renos, estrellas... Siempre lo mismo, nunca he visto adornadas las calles con bocadillos de calamares multicolores. Y sin embargo, aunque no lo reconozcamos, nos encanta ver la iluminación, acudimos a verla el día que la inauguran, criticamos al alcalde tanto si pone muchas bombillas como si pone pocas y en fin, nos animamos a comprar regalos (por eso pagan los comerciantes). ¿Se imaginan una Humanidad donde ya nada nos sorprendiera ni nos conmoviera el ánimo? Mejor que no la conozcamos, aunque no lo crean, nuestra ingenuidad me parece una virtud maravillosa. 


Llega el momento de hablar de la segunda de las cosas que no me gustan de la Navidad: La negatividad. A menudo encontrarán personas que dicen odiar la Navidad, yo mismo he sido así hasta que me caí del caballo. ¿Cuántos de ustedes son de los que detestan los excesos, la hipocresía y el mercantilismo de las fiestas navideñas y hablan con desdén de las tradiciones y suspiran porque todo pase pronto? Todos esos vicios son ciertos, pero no se gana nada odiando tres semanas de cada año, sólo lacerar nuestra salud, porque cada pensamiento negativo que tenemos se queda en el cuerpo, como cada dulce navideño se queda en nuestras lorzas. Evite los excesos, muéstrese coherente y controle sus compras, pero sea positivo siempre. O al menos, no me contagie sus odios personales.


Y es precisamente llegando a este punto, cuando aparece la segunda de las cosas que me gustan de la Navidad. Se manifiesta la inagotable capacidad de conciliación del alma humana. Todos los años nos quejamos de lo mismo, pero siempre accedemos a entrar por el aro.
Nunca rompemos la barajasiempre la jugamos. Aunque sea sin verdadera fe, escribimos felicitaciones, llamamos por teléfono, nos deseamos felices pascuas y acudimos a las celebraciones año tras año. ¿Por qué?. He aquí lo bueno, porque nuestro subconsciente debe saber que es mejor abrazar a la cuñada que volarle el moño de un revés, que es mejor fingir felicidad que demostrar hostilidad, que ganamos más escribiendo felicitaciones que maldiciones. Mi consejo es no romper la baraja sino jugar al tute con ella.



Y hablando de jugar, la tercera de las cosas que no me gustan de la Navidad: los milagros. Buena parte de la culpa la tiene la Televisión, que nos inunda de películas milagreras donde Santa Klaus acaba redimiendo el alma oscura de un bravucón, o algún fantasma rescata de la avaricia a un Mr. Scrooge. Parece como si en el resto del año pudiéramos consentir la soledad, la pobreza o el abandono, pero no en Navidad, donde todas las fuerzas de la magia y la superstición se aparecen para dar una lección al gruñón o darle cobijo al pobre. Una ilusión, ya que en enero, el pobre volverá a su pobreza y el rico a su riqueza.

Y esto mismo es lo tercero que me gusta de la Navidad: la inagotable capacidad de ilusión. No sé cómo conseguimos engañarnos cada año con que nos vaya a tocar la Lotería, que nunca toca (a los demás puede, a mí nunca). Tampoco sé por qué nos reservamos caprichos para estos momentos, porqué nos regocijamos llevando a los niños a patinar (con lo peligroso que es, no para los niños, sino para los adultos) o por qué disfrutamos tanto regalando juguetes y manteniendo la ilusión de los Reyes Magos (espero no haber descorazonado a ningún joven lector). Sea por lo que sea, ustedes opinarán lo suyo, yo creo que es algo bueno, fuera de toda duda. La ilusión, en dosis terapéuticas, reverdece el cuerpo.

Y ya está bien de hablar de las Pascuas, que se empacha uno como los polvorones. Gracias a Sibila Layna por acordarse de mí al transmitir el Meme . Para transmitirlo yo, dado que es tan difícil elegir a todos los blogs como a uno sólo, he elegido a tres, para esta sabia misión, si a sus dueñas les apetece:


Montse, del  Blog A La Taberna de Montse.
Kira, del  blog Kira Permanyer .
Pilar, del blog Con 40 y a lo loco

Por ejemplo. 


Ah, y FELIZ NAVIDAD.

martes, 20 de diciembre de 2011

TíoEugenio.XXX

N. del A. Hoy empezamos el día con una noticia relacionada con la Santa Sede y páginas Web de contenido pornográfico. Ya no sé dónde vamos a llegar.

Año II, opus 83

La Santa Sede compra 'vatican.xxx' para que no se convierta en una web pornográfica 
El dominio .xxx ha sido concebido para albergar contenidos pornoCADENA SER / EP   20-12-2011
La Santa Sede ha comprado el dominio vatican.xxx con el objetivo de evitar que se utilice para crear una web con contenidos pornográficos después de que la sociedad estadounidense que gestiona las direcciones de Internet, Icann, pusiera a la venta los dominios con la triple x el pasado 6 de diciembre.
El Vaticano ha adquirido el dominio para evitar que se asocie su nombre con el de una web de contenidos pornográficos, según ha informado el portal web Vatican Insider del diario La Stampa. Los titulares de marcas conocidas tienen el derecho, en la primera fase de venta, de comprar sus propios nombres para evitar confusiones.
El ICANN vende las direcciones a un precio que oscila entre los 99 y los 300 dólares (75 y 230 euros), mientras que comprar una dirección con un nombre conocido a un privado, podría ser más caro. Anteriormente, ya habían comprado los dominios con sus nombres grandes empresas e instituciones como Coca-Cola, Sony o el Museo del Louvre de París.


El mismísimo Papa ha comprado un dominio para crear páginas web porno. Suponemos que habrá enviado a alguien a hacer el mandado, porque no me imagino al Santo Padre en la cola de la ventanilla del ICANN donde se compran los dominios. Sí que me imagino a uno de sus familiares pidiendo el dominio atropelladamente y dando explicaciones innecesarias y nerviosas por las razones por las que lo compra.

Efectivamente, el Vaticano se ha imaginado un portal porno con el nombre de la Santa Sede. Con esta idea se ha adelantado a millones de degenerados que pueblan el mundo y, en un hábil movimiento digno de los mejores maestros de esgrima, que saben que la mejor defensa es un buen ataque, ha decidido comprar el dominio para evitarlo. Hay que reconocerlo, ha sido una hábil jugada.
Parece que está diciendo:
"Hijos míos, he tenido un sueño. Y para que evitar que lo que
he soñado se pueda ver en un portal web con el nombre del
Vaticano, hay que comprar ya el dominio .XXX."
Piensen que esto nos puede pasar a cualquiera. Algún desaprensivo podría comprar el dominio TíoEugenio.XXX para hacer negocio con todo tipo de desvaríos. Y para evitarlo, voy a seguir los pasos del Santo Padre (la Iglesia nos enseña el camino) y voy a comprar, por unos doscientos euros el dominio con el nombre de mi blog, porque no quiero que unos desaprensivos lo usen para difundir toda la obscenidad de este mundo. 

No, no se confundan, con obscenidad no me refiero a sexo, seres humanos haciendo el amor no me parece tan feo. Yo soy descendiente directo de gente que ha practicado el sexo. En cambio, El Vaticano, al comprar su dominio .XXX pretende evitar que con su nombre se muestren obscenidades de contenido sexual que son las que le turban el ánimo; no sé por qué, el sexo es lo que más turba el ánimo de los jerarcas de la Iglesia, cuando es algo que nos interesa a todos. Sí, sí, a todos. 

Yo no me refiero a eso, las guarradas que no quiero que muestren bajo mi nombre son las verdaderas obscenidades de este mundo maleducado que tenemos, por ejemplo:
  • El edificante espectáculo de gobiernos poderosos arrodillándose ante especuladores y tiburones financieros.
  • La ingeniosa monetización del hambre que padecen millones de personas en el planeta que permite a las multinacionales dominar a los pueblos con ejércitos de semillas transgénicas.
  • La valiosa militarización de niños y la prostitución de niñas para servir a cuantas guerrillas y grupos paramilitares amenizan el globo con sus disparos y sus consignas.
  • La bonita tendencia a quitarnos unos a otros la vida para defender dioses, banderas y otras cosas sin sentido.
  • El apasionante juego del poder en la política internacional donde los ciudadanos son solamente el relleno de las casillas de un tablero.
  • ...
No sigo, como se imaginan, obscenidades así encontraremos muchas en el inagotable repertorio del alma humana. 

Yo, por si acaso, voy a comprar ya mi dominio TíoEugenio.XXX, que mi blog tiene relevancia planetaria y no quiero que nadie aproveche mi santo nombre para cochinadas como las que he dicho.

lunes, 12 de diciembre de 2011

No hagas hoy lo que puedas hacer mañana

N. del A. Leo esta mañana en lo periódicos que la conferencia de Durban no ha servido para nada. Iban a hablar del calentamiento global, ese problemilla que hay con el carbono y la atmósfera. Nada importante.  Para más información pueden pinchar aquí.
Año II, opus 82
No hay prisa. La Conferencia de Durban sobre  calentamiento global se ha cerrado, dándonos a todos un poquito más de tiempo. Que no se ha decidido nada porque hay tiempo...

Sí, sí, tranquilos, esperamos cuatro añitos más. ¿Ustedes nunca han dicho  «cinco minutitos más, mami» aferrados a la almohada? Pues esto es lo mismo. Una conferencia para mejorar el protocolo de Kioto, para encontrar soluciones y arrancar compromisos y se salda más o menos con un «¡uy!, ésto es muy difícil, le damos todos una pensadita y dentro de cuatro años lo vemos otra vez»

Exageran quienes hablan de fracaso. ¿Por qué? A ver, repasemos, se reúnen representantes de las naciones y las organizaciones ecologistas. ¿Quienes? Pues unos señores muy salaos, muchos miembros y muchas miembras, todos pagados con el dinero de sus contribuyentes, usted y yo, por ejemplo,  que han viajado  en clase bussiness hasta Sudáfrica, nada menos, se han alojado en un hotel muy cuco, se han sacado un dinerín en dietas, han comprado unos souvenirs muy bonitos para sus sobrinitos y a cambio de todo eso, han conseguido pasarse unos días hablando de grados centígrados, de cuotas de emisión de carbono, de fechas, de centímetros de nivel del mar. Y de fútbol, supongo.
Millones de dólares se han gastado en esta conferencia y no han decidido nada. Aquí se ve a más de uno
con la mano en la sisa del pantalón tocándose los protocolos de kioto. 
Y se van sin decidir nada. Total, no hay prisa. Contra el calentamiento, aire acondicionado. Y si el calentamiento es de otro tipo, castidad. ¿Ustedes están agobiados? Yo no. ¡Si en Móstoles no hay mar, qué me importa a mi si sube o no el nivel del agua! Además, yo no tengo apartamento en la costa, así que me da igual y bien mirado, si sube el nivel del mar, mejor, más cerca tengo la playa.

Los que sí estaban un poquito agobiados son los representantes de los estados insulares de Oceanía, quienes miran con temor cada día el nivel del mar, porque les han dicho que en pocos años el nivel subirá un metro y cubrirá toda la isla. Son unos pesimistas y unos asfixiados. Con sus pieles morenas y sus labios carnosos se miraban unos a otros preguntándose para qué habían ido a Sudáfrica. Pues a comprar souvenirs, ¿es que no tienen sobrinitos?

La representación de los Osos Polares también mostraba cierta preocupación y son muy difíciles de contentar. Un oso polar, de avanzada edad por lo canoso que era, se quejaba de que se estaban quedando sin hielo. No hay problema, se le trajo la cubitera, unos vasos y unas rodajitas de limón. El oso insistió en que su problema estaba en los casquetes polares. No hay problema, le dieron unas recetas de viagra. Ya enfadado, el oso gritó que su mundo se iba a la mierda y se fue. Una vergüenza, no era más que un oso viejuno, protestón, borrachín y medio impotente. 

Los más satisfechos, los partidarios de la energía nuclear. Sí, sí, los de Nucleares sí, gracias, que cada año que pasa sin que se apueste por energías renovables gana puntos la fisión nuclear. Por cada tonelada de carbono que lanzamos a la atmósfera ( los representantes que han viajado en avión hasta Durban han dejado mucho ) gana adeptos la energía atómica.  Efectivamente, para el futuro, las centrales nucleares se ofrecen como la alternativa energética ideal, porque es relativamente barata (que se lo digan a los vecinos de Fukushima)  y no tiene efecto invernadero. Tiene eso sí algunos pequeños inconvenientes, como una molesta tendencia a envenenarlo todo durante unos pocos miles de años, nada que no se pueda solucionar con dinero. Si no me creen, les recordaré esta entrada dentro de pocos años.

Todas estas razones que doy es para que estemos orgullosos  de nuestros gobiernos que una vez más han dado muestras de templanza y madurez y no se han lanzado a tomar una decisión apresurada. No hay razón alguna para hacer hoy lo que podamos hacer mañana. 

Hay tiempo, tranquilos, y hay más planetas.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Se vende un bonito país

N. del A. Los episodios repetidos y cada vez más agudos de la crisis del euro y la imagen onírica de grandes grupos inversores sobrevolando en círculos sobre Europa me hacen temer lo peor y no puedo evitar verme como mercancía a la venta en plena campaña navideña. Espero, por mi autoestima,  que los que me compren no hagan cola después de Reyes para cambiarme por otra cosa.

Año II, opus 81

Se vende país estilo Reyes Católicos, con primeras calidades y acabado informal, a precio negociable. Ésta es la Memoria de Calidades de un país que está...
  1. Disfrutado por 40 millones de ciudadanos criados en cautividad, con tendencia a protestar por todo y a no luchar por nada.
  2. Bendecido con un estado del bienestar de  recoletas proporciones ideal para ejercitar el noble deporte del recorte social.
  3. Dotado de un sistema bancario modélico que acepta de buena gana las intervenciones estatales y los rescates con dinero público.
  4. Estructurado en una cultura económica sólidamente afianzada en las técnicas de despilfarro y pelotazo.
  5. Protegido por un sistema electoral brillantemente injusto que mantiene al electorado en permanente estado de desbordante desilusión.
  6. Afianzado en un sistema educativo altamente eficaz para formar a futuros votantes vacunados contra la funesta manía de pensar.
  7. Convertido a la fe de las seis "Ces", que transforma a sus fieles en  Contribuyentes Confiados, Consumidores Compulsivos y Ciudadanos Cojonazos.
  8. Caracterizado por una rectitud ejemplar, de generosa magnanimidad y tolerancia con los corruptos y mentirosos. 
  9. Equilibrado salomónicamente entre una Historia exuberante escrita en libros que no se leen y una memoria histórica volátil escrita en sumarios que no llegan a nada.  
  10. Y finalmente, Soleado, con un parque de parados líder en el sector, formado por cinco millones de seres que pasan sus lunes al sol.
Admitimos derechos de retransmisión de fútbol como parte de pago. 


Razón: aquí
Se vende con la preinstalación hecha para los 
inversores que tengan la intención de dividir
el país en partes y venderlas por separado.
 

martes, 15 de noviembre de 2011

Contra las corbatas

N. del A. Tarzán y yo tenemos en común dos cosas: que nunca usamos corbata y que nunca seremos nada en la vida. Aunque trabajo en una oficina como tantas llena de personajes trajeados con ganas de merecer, me resisto infantilmente a usar corbata, como la niña que ya no quiere que le hagan coletas en el pelo. De hecho, es más fácil que empiece a hacerme trenzas que a llevar corbata.
Año II, opus 80

Se acusa tradicionalmente a las mujeres de usar prendas de vestir contrarias a toda lógica y razón, si por tal cosa entendiéramos que lo natural es vestir de la forma más útil y práctica posible. Sin embargo, nótese que la existencia de la ropa no se debe a un fenómeno natural, sino cultural y por esta razón, es tan artificial como el piropo de un robot. Yo, incluso, tengo mis dudas sobre si la invención del vestido en el Palelolítico Superior se debe a la necesidad de cubrirse las lorzas o la de dar buena imagen a los trogloditas vecinos.  Si no es por una tradición de miles años serigrafiada en los cromosomas, no se explica, (a mi torpe entender)  que señoras cultas e inteligentes se autolimiten en toda época con tacones estratosféricos, corsés con efecto anaconda o faldas que pudieran servir de antifuga a un recluso de la Guayana. 

Los caballeros tenemos, afortunadamente para mí, mayor permisividad social para usar ropa cómoda, pero a cambio, nos vemos gravemente afectados por uno de los inventos más inútiles de la Humanidad: la corbata

Las corbata la inventó un reo que huyó del patíbulo
con un retal de la horca. Se comprende que él sintiera
alivio, pero los demás no lo sentimos tanto.
He de reconocer que en mi armario cohabitan varias corbatas. Mientras no se jubilen los Reyes Magos, en los roperos de padres y abuelos no faltarán corbatas y batines. Mis corbatas llevan, empero,  una existencia tranquila, sin sobresaltos, en la seguridad de su refugio del que sólo salen para acudir a las bodas y volver de ellas con olor a langostinos de Sanlúcar

Esto no es óbice, cortapisa ni valladar para que yo considere que la corbata es una prenda inútil que ni abriga en las noches de invierno ni protege del sol en las mañanas de verano. En el ambiente empresarial se suele decir que «no es imprescindible, pero si no la llevas en una reunión, nadie te tiene en cuenta» y tanto se lo creen que en muchas empresas o profesiones es una prenda obligatoria. Efectivamente, a mí no me hacen ni caso en las reuniones, pero estoy seguro de que es porque no digo nada interesante. Si lo que se quiere es vender, se debe usar corbatas alegres y llamativas. En cambio si lo que se quiere es impresionar -léase abogados, notarios, jueces o procuradores - se acostumbra entonces a portar corbatas muy serias y reverendísimas. 

Es reveladora la costumbre cada vez más extendida de los Friday Casual Wear, que podemos traducir libremente como «los viernes, polos de Lacoste». Es el principio del fin  del despotismo del traje y la corbata, el día del orgullo del gaznate libre, al que se unirán los jueves, luego los miércoles... La tradición era vestirse elegante los domingos. Hoy en día, cada vez somos más los infames irreverentes que salimos los domingos con chándal a la calle.

La pregunta que debemos hacernos no es qué demonios tiene una corbata, sino qué corbata tienen los demoniosEl traje con corbata parece una garantía de seriedad y honorabilidad: si quiero pedir clemencia a un tribunal, me pongo corbata, si quiero seducir a una futura suegra, me pongo corbata, si quiero pedir un trabajo, me pongo corbata. Nada más falso: los mayores ladrones de nuestro tiempo usan corbata y gemelos de oro, sin embargo, si nos cruzamos con uno, no nos cambiamos de acera, incluso le presentamos a nuestra hija.

La supuesta elegancia que es la más conocida de las virtudes de la corbata desaparece cuando yo la uso. La perpendicularidad que mantiene obstinadamente con respecto al eje de la Tierra sólo consigue hacer más patente mi barriga convexa y si no la sujeto con alfileres, es frecuente quela dichosa prenda acabe surfeando en la sopa. También se desbarata a las primeras de cambio: en las fiestas, con un poco de alcohol en el carburador, la corbata aparece anudada a la frente como un indio kochise y si llega el momento de triunfar, curiosamente la corbata nos estorba más que los pantalones. 

No, no quiero corbata. En la presente campaña electoral veo en los carteles los candidatos del Partido Popular con su corbata impecable (algunos trajes se los regalan) y a los candidatos socialistas, con su tradicional imagen de camisa sin corbata "como si fueran gente del pueblo", que no impide que al llegar a ministros se las pongan y de buena seda. Todo mentira.

¿Utilidad de la corbata? Ni como servilleta. No están los tiempos para cosas inútiles. Ustedes verán lo que hacen. Mientras tanto, yo me voy con Tarzán a ponerme trenzas y comprarme unos zapatos de tacón.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Nuevas enfermedades

N. del. A. He estado leyendo en Internet que cada día tenemos más dolencias ocasionadas por lo teléfonos móviles, los ordenadores o la vida moderna en general . Son dolores que el hombre del Paleolítico no padecía. En cambio, los ataques de tigres Dientes de Sable son, hoy en día, casi inexistentes y es que cada época tiene sus riesgos. 
Año II, Opus 79

 Unos médicos muy serios, ataviados con batas blanquísimas, han catalogado una serie de nuevas patologías que no han sido producidas por virus, ni accidentes, ni siquiera por deformaciones genéticas. Son dolencias causadas por nuestra propia forma de vida. Cosas tontas, muy tontas, pero que son síndromes con nombre y todo, aparecidos a finales del siglo XX y principios del XXI. Si su nivel cultural,  amable lector, es semejante al de la media de los televidentes españoles, le aclararé oportunamente que el siglo XXI es en el que vivimos actualmente.
 Se puede leer, por ejemplo, en este artículo  o en este otro, una lista completa de estas enfermedades peculiares. Por supuesto, si está en Internet es verídica, porque en Internet nadie miente. ¿No?
 Se indica el año en que han sido catalogadas, verán que algunas son ya antiguas, de cuando llevábamos pelo en la cabeza, ilusiones en la bolsillo y esperanza en los corazones. O incluso antes.
Si tengo un buen fajo de billetes
 en el bolsillo, por mí
 que se pudra el músculo
piramidal.
→ (New England Medical Journal 1966) Tarjetitis. Dolores musculares en los glúteos y en el muslo (dolor de culo propiamente dicho), motivado por llevar la billetera en el bolsillo trasero del pantalón, oprimiendo el músculo piramidal de la pelvis. Este mal lo padezco yo, porque siempre llevo la cartera en ese bolsillo, debido a que el pantalón es la única prenda que nunca olvido ponerme cuando me desnudo en alguna casa que no es la mía. En las ocasiones en que debo escapar apresuradamente por la escalera de incendios por la llegada de algún marido armado, abandono zapatos, chaquetas, sombrero o bastón, pero el pantalón, con el dinero y mi documento de identidad, jamás.
Saltar como un perrillo y atrapar
el disco con los dientes. Verán qué risa.
→ (New England Medical Journal, 1975) Dedos de Frisbee. Cortes en la falange provocados por jugar continuamente a lanzar el platito para que lo atrape el perro con los dientes. Pueden elegir  hacer el papel del perrito que es más divertido, se trata de saltar y atrapar el disco con los dientes. Se ríe uno hasta desencajarse el diafragma, especialmente los espectadores. En este caso, en vez de los dedos de frisbee  se perjudica la dentadura y el amor propio, pero como saben, ambas cosas se reparan con dinero. 
Quino hubiera dibujado así 
este síndrome. ¿No?
→(Lancet, 1966) Síndrome de la Mujer Trabajadora: No me digan que éste no lo conocen. Los síntomas inventariados son fatiga, irritabilidad, dolor de cabeza, disminución de la libido e insoportabilidad del cónyuge. Si usted, querida lectora, llega a casa a tiempo de hacer la cena después de un día completo de trabajar, recoger a los niños del colegio, hacer la compra, llevar los niños a judo y recoger el abrigo de su madre de la tintorería, sepa que además, tiene que encontrar tiempo para ir al médico. Mientras, le está permitido jurar en arameo.
Esta es la enferma,
no la enfermedad.
Era preciso aclararlo.
→(Wester Journal of Medicine, 1984Síndrome del Marido Retirado: Tensión, dolor de cabeza, depresión y ansiedad. Es una enfermedad padecida por mujeres, cuyos maridos se jubilan en mala hora.   Toda una vida dueñas de la casa y ahora tienen a un zangonazo molestando todo el día. Dios no castigó a Adán con ganarse el pan con  el sudor de su frente,  sino que fue una forma de compensar a Eva, quien se merecía unas horas de tranquilidad al día para disfrutar de su propio castigo.
Un calvorota que todavía no sabe
que lo va a ser.
→(Journal of the American Medical Association, 1984) Alopecia Walkmaniana. Llevar los auriculares en la cabeza provoca la desforestación craneal. Hoy en día, el IPod es cada vez más pequeño, pero los auriculares son cada vez más grandes, así que esta terrible lacra de la sociedad moderna seguirá existiendo. Sin embargo, yo no hago responsable de mi calvorota a la música. El rock, si es bueno, no puede hacer daño.


El sufrimiento provocado por
este síndrome es inhumano,
como ilustra bien la imagen de
este pobre enfermo.
→(English University Press, 1975) Calambres del contador de dinero. Ataques dolorosos en los músculos por estar contando billetes continuamente. Yo no lo padezco, pero ya me gustaría. Según parece, aún queda mucho trabajo para erradicar esta enfermedad de los ayuntamientos españoles, donde aún hoy se utiliza la bolsa de basura llena de billetes para cultivar las voluntades. Por el amor de Dios, señores constructores ¿no podríamos empezar ya a sobornar con tarjeta de crédito?
 Me quedan aún otras enfermedades, como la del bloguero mentirosillo, pero de eso hablaremos otro día, que ahora tengo que escribir un post sobre cómo seduje a Charlize Theron. ¿No?

domingo, 23 de octubre de 2011

Muertes de perro

N. del A. Tomo prestado el título de esta entrada de la genial novela de Francisco Ayala, para plantear con ustedes un tema de debate: si un tirano debe morir ajusticiado, asesinado, encarcelado y simplemente de viejo. Sí, por supuesto, escribo esto a raíz de la honorable muerte del señor Gadafi.
Año II opus 78
¿Y ahora qué? Espero que no quieran tirarlo al mar, como se hizo con Ben Laden. Si tiraran al Mediterráneo a todos los tiranos, nos quitaban todas las banderas azules de nuestras playas. Según se dice, el bueno de Muammar al Gadafi, un noble dictador que ejerció su vesanía con absoluta lealtad al código ético del tirano (represión, culto a si mismo, megalomanía, excentricidad, tendencias dinásticas y desmedido afán de lucro) fue alcanzado en la coronilla por una bomba de las fuerzas de la OTAN, un hecho que me sorprende, ya que como todo el mundo sabe, la misión de las fuerzas aliadas es proteger a la población civil, no bombardearla. Seguro que tiene que haber una explicación satisfactoria. Y también se dice que una vez herido fue trasladado en busca de ayuda médica, pero sólo le administraron unos gramos de plomo por vía intracraneal. Las urgencias están allí peor que en España. 

Harmodio y Aristogitón, conocidos como Los Tiranicidas, por haberse cepillado al
tirano Hiparco de Atenas. Por la gesto de Harmodio, debió partirlo en dos.
Todo esto lo saben ustedes ya, lo que me llama la atención es el modo de morir de esta criatura, que recuerda necesariamente la muerte de Ben Laden (tiroteado y arrojado subrepticiamente al mar como un residuo nuclear) o la de Saddam Hussein (ahorcado en directo por  TV). Muertes sin lugar a dudas ejemplarizantes, ante lo cual yo planteo: ¿Deben morir así o ser juzgados?

Otros dictadores de los muchos que dio el siglo XX han tenido fines muy distintos. Voy a repasar algunos, pero es imposible que nombre a todos, así que pido perdón de antemano a aquellos tiranos que no cite,  y que sepan que están presentes en mis pensamientos y mis oraciones.

Empiezo por los que han terminado sus días de forma violenta, además de los que ya he citado antes. Otros ejemplos:

Nicolae Ceaucescu, fusilado en 1989, también probó su propia medicina con presencia de las cámaras.
Pol Pot, fue ayudado a morir por sus propios Jemeres Rojos en 1989, después de haber puesto Camboya manga por hombro, masacrado a un millón de personas y declarar ante la prensa, que "él no era un hombre violento".
Benito Mussolini fue fusilado en 1945 en Milán y su cuerpo ultrajado junto al de Clara Petacci, que pagó con su vida haberse arrimado al Duce, un calvo con mala leche.
Adolf Hitler murió de su propia mano en 1945 después de haberse salvado de, dicen, cuarenta y dos atentandos contra su persona. Como amante de la eficacia alemana que era, debió pensar que eran todos unos inútiles y que si quería morir, tendría que encargarse él mismo. 

Otros dictadores han acabado su tiranía en los tribunales:

Hosni Mubarak supo cómo la  Primavera Árabe la sangre altera y cuando le detuvieron le dio un infarto. Afortunadamente, parece que va a a vivir para escuchar su sentencia.
Slobodan Milosevic, murió en 2010 en su celda de La Haya, lo que le valió para sustraerse de las acusaciones de genocidio que le imputaba el Tribunal, que entendía así que la Limpieza Étnica realizada en Bosnia, era en realidad algo tremendamente sucio.
Jorge Videla ha sido condenado ya por crímenes de lesa humanidad, con diversas entradas y salidas de la cárcel, pero no ha dicho aún lo más importante, no nos ha explicado todavía dónde están las personas desaparecidas bajo su régimen y que tantas madres siguen buscando.

Algunos dictadores consiguieron morir de viejos, en un hospital:

Augusto Pinochet fue juzgado en Londres y en Chile y murió en 2006, en un hospital, ya que verse todo el día metido en líos de abogados gasta mucho la salud.

Idi Amin Dada, salvaje como pocos, murió anciano en un hospital en 2003: Padecía de hipertensión, lo cual no es de extrañar si es cierto que acostumbraba a incluir a sus enemigos en su dieta. Hay que comer más verduras y menos disidentes. 
Josef Stalin, en 1953, se encontraba ya anciano en su dacha y sufrió un ataque. Tardó algunos días en morir los cuales pasó rodeado de sus colaboradores del Politburó que le miraban hipócritas, esperando con ansia su muerte. Millones de personas también lo deseaban desde sus tumbas.
Francisco Franco, para finalizar, unas notas sobre este adorable viejito que fue llamado junto a su Creador en 1975, en un Hospital con su propio nombre y a quien, con seguridad, instalaron en el Cielo en una nube de aislamiento, para evitar represalias de tantas y tantas almas españolas de su época que llegaron allí antes que él desde las cárceles o las paredes de los cementerios. 

Como ven, casi siempre la muerte nos impide que los tiranos acaben pagando sus culpas en la cárcel. Lo único que pido es que no lo tiren al Mediterráneo, que ya tienen bastantes problemas sus ecosistemas.


miércoles, 19 de octubre de 2011

Homo Emptor

N. del A. Homo Emptor (Hombre Comprador) es la especie a la que pertenecemos. Cada día que pasa tenemos mayores necesidades de comprar regalos. Comprar, comprar y comprar. Lo pienso ahora que ya veo que se preparan los centros comerciales para la campaña de Navidad. 

Año II Opus 76
Propongo renombrar nuestra especie de homo sapiens a homo emptor.  De sabios tenemos poco o nada, pero de compradores, lo somos todos, según nuestro peculio. A menudo compramos para otros, no para nosotros, porque no sé por qué nos gusta tanto regalar. Tal vez en vez de emptor, comprador, deberíamos llamarnos Homo Dona, el hombre regalos.
Nos encanta recibir regalos. Lo que no entiendo muy bien
es por qué nos gusta también hacerlos. 

Igual que existe un calendario del contribuyente, donde tenemos señaladas las fechas en las que debemos cumplir con nuestros deberes con la Hacienda Pública y de la misma manera que existe un calendario litúrgico para que no olvidemos nuestros deberes con la Divinidad, también existe un calendario comercial, que nos ayuda a no descuidar nuestros deberes con los centros comerciales. Tenemos en determinadas fechas la sacrosanta obligación hacer regalos con diligencia y puntualidad a nuestros seres queridos, para quienes nos dejamos la vida y el salario en las cajas registradoras sin preguntamos por qué siguen siendo queridos.

Hagamos un rápido repaso del calendario de regalos que un ciudadano medio (que con la crisis se quedó en medio ciudadano) debe costear a lo largo del año, con el sudor de su frente y el estrés de su monedero. Un repaso a todas las campañas comerciales que nos acechan como pirañas en un bidet. Pongamos de ejemplo un ciudadano de Móstoles, porque este calendario tiene variedades locales:

 6 de enero. La tradición es la tradición y los Reyes Magos son tres y son magos y muy buenos y traen regalos para los hijos... y para los padres...y cónyuges y sobrinos y hermanos y si es usted imbécil, también para los cuñados. 
 Enero-febrero. Las rebajas, imposible perdérselas, aproveche para regalarse a sí mismo ropa que no le gusta y no va a ponerse nunca, pero está baratísima. Jamás hay de su talla, pero en vez de ofenderse, no  puede evitar pensar que está rebajada un 50% y compra. 
 14 de febrero. Tenga cuidado con San Valentín, que lo carga el diablo. Un buen regalo es un buen inicio de  conversaciones de paz con su cónyuge, con el que convive a diario en un ambiente de tenso alto el fuego.
 19 de marzo. El día del Padre, acuérdese de ese hoy venerable viejito que cuando era usted joven le daba dos guantazos por cada mala acción que cometiera, ya fuera en grado de consumación, de tentativa o de mero pensamiento. Ahora, ya adulto, se vengará seleccionando cada año una corbata con elefantes amarillos para su progenitor. 
 Domingo de Ramos. Hay que estrenar ropa, así que regálese a sí mismo y a su familia alguna prenda que estrenar. Viene muy bien estrenar zapatos por ejemplo, que se vea que son nuevos, que ese día sus vecinos deben apreciar la ropa que estrena. Por esta razón, estrenar ropa interior no sirve de nada, salvo que tenga usted  mucha confianza con sus vecinos. 
 23 de abril. Sant Jordi. Como teníamos pocas ocasiones de gastar dinero, las grandes librerías intentan poner de moda en el resto de España la bella y catalana tradición de regalar libros y rosas, pero como no hay costumbre, lo hacemos a lo loco y regalamos libros y rosas indiscriminadamente, hasta que algún día nos hagamos daño. 
 Mayo. Día de la Madre, acuérdese de esa hoy venerable viejita que antaño denunciaba a su padre las malas acciones que cometía usted, que luego se trasformaban en guantazos paternos (ver dos ítems más arriba). La venganza se sirve ahora en forma de electrodomésticos de cocina para encaderla aún más a esa pieza de la casa.
 Fin de curso. Los niños han obtenido buenas calificaciones en el curso y le piden que les compre una consola de videojuegos como premio. Usted consiente en el ejercicio de sus funciones de fomento al estudio y, mientras desembolsa su dinero, recuerda a quien le escuche que a usted nadie le regalaba nada por aprobar. Al contrario, recibía dos guantazos del viejito adorable si traía suspensos (ver tres ítems más arriba)
 Julio-Agosto. Vacaciones. Si se va a la playa, no debe dejar de comprar recuerdos para sus hermanos, primos, amigos y compañeros de trabajo, que no pueden vivir sin las camisetas con el texto "Mis abuelos que me quieren mucho estuvieron en Benidorm y se acordaron de mi".  Camisetas para usar sólo en casa, por supuesto.
 Septiembre. Vuelta al cole. El dinero peor gastado del año, porque todo es fungible, menos nuestra locura: los lápices, las mochilas, los libros y los uniformes. Todo debe ser nuevo cada inicio de curso. 
 31 de octubre. Halloween. Hay que comprar disfraces, calabazas y chucherías para regalar a mocosos con caretas y pintarrajeados que llaman a la puerta desde varios días antes a la fecha (los niños también inician la campaña con antelación, como los centros comerciales), en vez de darles dos guantazos, como hubiera hecho nuestro venerado viejito de siete ítems más arriba. En esas ocasiones yo también veo muertos, como el niño de El sexto sentido
 25 de diciembre. Navidad. No confundir con el día de los Reyes, porque por culpa de este espíritu ecléctico que nos da vida a los españoles, para no ofender a nadie, hacemos regalos en las dos fechas. Ante la duda, dos regalos.
 31 de diciembre. Nochevieja. Es una minicampaña de ropa interior de colo rojo. ¿Acaso se puede despedir el año con unas bragas verdes? No, señora, no, póngase las bragas rojas o las peores desgracias le sucederán a usted. Sí, señora, sí, hay peores desgracias que las usted está viviendo ahora. 

Hala, les dejo, que tengo que hacer ya las compras de Navidad. 

lunes, 10 de octubre de 2011

La belleza ni se crea ni se destruye

N. del A. El tema de hoy va dedicado a todos los que se miran en el espejo. Para que no se preocupen de lo que ven en él y aprendan a disfrutar de la belleza que vamos sembrando por ahí.

Año II Opus 75
Lo que cuento hoy me fue inspirado el otro día, cuando me encontré a unos vecinos de la casa donde vivía antes. Cuando se lanzaron a ser vecinos míos - su dormitorio era lindante con el mío- formaban una pareja joven que yo admiraba por diferentes motivos: a él, por una hermosa cabellera; a ella, por un cuerpo magnífico rematado en un divino trasero de proporciones áureas y a los dos, porque derrochaban su juventud martirizando los muelles de su colchón con una frecuencia envidiable, mayor aún los fines de semana, a costa de mi descanso.

Fruto natural de aquellos combates fue una criatura con pulmones de Tarzán cuyo llanto sustituyó rápida y duraderamente el crujir de muelles que antes armonizaba mis noches. Créanme que yo prefería el ruido de la cama, porque aunque era recurrente, nunca duraba toda la noche.

Cuando tropecé con ellos,  él había sustituido su hermoso pelo por una alopecia androgénica bastante avanzada lo cual  me hizo temer lo peor. Esperé a que pasara ella para seguirla con la vista y observar su estampa trasera: aquél dignísimo castillo de popa propio del buque insignia de la Flota de Indias ya no era sino un pantalón relleno con forma más o menos irregular. Decepción olímpica. A cambio de estas  terribles pérdidas, un niño precioso de pocos años saltaba y jugaba rebosante de vida y vitalidad. En ese momento pensé que era evidente que una transferencia se había producido de los padres hacia el niño. Una transferencia de belleza o salud o juventud o tal vez, un poco de todo.

Ella tenía una magnífica popa de fragata
hoy convertida  en la de un esquife.
Conecté rápidamente este caso con otro encuentro del año pasado: una antigua compañera de facultad que creí reconocer en una mujer que viajaba en el Metro. Yo la recordaba también por su cuerpo venéreo, cuya perfección se alcanzaba igualmente en la grupa (disculpen la simplicidad de mi cerebro masculino, pero el rasgo que en mi mente conectaba a ésta mujer con mi ex vecina era la misma parte del cuerpo), una chica que entonces era muy atractiva a pesar de que portaba una nariz espantosamente larga y afilada. Tal era la nariz, que yo procuraba siempre sentarme detrás de ella, no tanto para admirar su noble retaguardia como para evitar que, estando delante, me descabellara en un estornudo. Pensaba entonces que su bello cuerpo era una indemnización de la Madre Naturaleza por su notorio defecto de producción.

La mujer que viajaba en el Metro se había operado la nariz: ahora era una bola graciosa y pizpireta. Sin embargo, la Madre Naturaleza debió considerar que la compensación ya no era necesaria y permitió que su cuerpo se desbordara en todas sus proporciones. También pensé entonces que la belleza parecía buscar un equilibrio como si la gobernara el principio de los vasos comunicantes.

Ahora lo veo claro. La belleza ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. Los padres no perdieron belleza,  se la transfirieron al chaval y a la chica del Metro simplemente, se le reorganizó su belleza (en contra de mi criterio, ya que yo prefería la versión original, si me permiten dar mi opinión. Bueno, ahora que lo pienso, es mi blog, faltaría más, claro que doy mi opinión.)

Yo, cuando me miro en el espejo, veo un donante de belleza generosísimo, a juzgar por las arrugas de mi cara y los grandes espacios desforestados de mi cráneo. Y cuando veo a mis hijos, no me cabe duda de dónde ha ido a parar la donación. No me parece que haya nada más hermoso ni de lo que me pueda sentir más orgulloso que esta herencia para mis hijos que puedo disfrutar en vida, sin necesidad de pagar al notario. Todo lo contrario que la herencia de mi patrimonio económico, dado que confío en que mis derechohabientes esperen a que yo muera para hacerse con él; tal vez me equivoque y tenga que escribir algún día una rectificación de este artículo.

Por todo esto, quiero aprovechar esta ocasión para aconsejar a todos mis lectores que no lamenten la belleza y la juventud que han transmitido, sino la que hayan arrojado por el WC sin provecho de nadie y toda aquella que les quede dentro del cuerpo, adminístrenla  y disfrútenla a sorbos pequeños  o grandes tragos,  con delectación o glotonería. Vivan mirando con indiferencia el espejo, que la belleza no se pierde, podemos disfrutar de la que nos rodea, de nuestra gente, de nuestras cosas, de nuestros lugares o de nuestros días y semanas. Hay que recoger, como en un videojuego, todos los fresones que nos dan vida y con absoluto descaro, vivir a quemarropa.

Da igual el cuerpo que entreguemos a la Muerte, pero el alma, hay que entregarla usada, muy usada, imposible de reciclar.

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