viernes, 1 de julio de 2011

Mis adorables ladrones

N. del A.  Nunca me han robado en mi casa durante mis vacaciones, pero sé que es una aventura más habitual de lo que se cree: muchas casas son asaltadas durante el verano aprovechando que su dueño está disfrutando de sus merecidas. Me solidarizo con la gente que tiene que trabajar en verano, así que dedico esta entrada a esos esforzados delincuentes que, mientras los demás disfrutamos de lo lindo, se ven obligados a  trabajar sin descanso bajo este calor agotador.
Opus 63
Estimados ladrones, cacos, abanicadores, alcatiferos, chinadores, percadores, gomarreros, butroneros, rateros, chorizos, chorros, culateros, atracadores, bandidos, cuatreros, descuideros, escruchantes, maleantes, mangantes, rateros, saqueadores, rapaces, robadores, bajamaneros, bandoleros,  malhechores, birlescos y rufianes:


Un año más voy a abandonar mi casa de Móstoles para irme a la playa. ¡Este calor es tan, tan insoportable! Me voy la semana que viene, lo cual pongo en vuestro conocimiento para evitaros la molestia de tener que disfrazaros de viejecita desvalida, de fontanero o de testigo de Jehová, esos recursos que año tras año utilizáis para llamar a mi casa y sonsacarme cuándo voy a empezar las vacaciones. Un derroche innecesario de ingenio. 

Quisiera, a cambio de avisaros de la fecha, pediros que tengáis la cortesía de atender estas humildes súplicas que, en mi opinión, nos beneficiarán tanto a vosotros como a mi, y sin duda redundará en mejorar nuestras ya de por sí difíciles relaciones víctima-malhechor. Lo que yo os pido, simplemente es:
  1. En la entrada de la casa, debajo del felpudo, os he dejado una llave. Usadla. Ya he desistido de gastar el dinero en cerraduras carísimas, alarmas y blindajes, porque ya he visto, año tras año, que nada va a deteneros de entrar. Si os dejo la llave, sé que me ahorraré las molestias y los destrozos de años anteriores.
  2. En el recibidor os dejo unos paños para que piséis el suelo de parquet con ellos. Acabo de barnizar la madera y no me gustaría que, como pasa siempre, me lo pongáis perdido con esos zapatones. Lo de usar los paños es obligatorio; si no lo hacéis, se acabó el robar en mi casa.
  3. He guardado todo el dinero en el primer cajón del dormitorio. No es mucho, pero es lo que puedo dejaros este año, que la crisis afecta a todos por igual. Además, es todo lo que me queda después de pagar los impuestos, tasas y contribuciones con que nuestras autoridades nos distinguen a los buenos ciudadanos. Las joyas de mi abuela que buscábais el año pasado ya no están,  se las llevó una golfa que me dijo "Te quiero", "Dame" y "Adiós, muy buenas" en ese preciso orden. No revolváis todo porque no encontraréis más y a mi me ponéis la casa que se me llevan los demonios.
  4. Sed amables con doña Benita, la vecina. El año pasado le dísteis una mala contestación y lleva todos estos meses repróchandome la mala clase de gente que traigo a mi casa a robar. Por el amor de Dios, ¿qué os cuesta saludar y dar un poquito de conversación?
  5. Si viérais que mis azucenas tienen la tierra un poco seca, echadles un poquito de agua. No me fío mucho de estos sistemas de autoriego. Y de encargárselo a doña Benita, menos todavía.
  6. El jamón de pata negra me lo llevo, porque duermo con él. Podéis beberos, si os apetece, la botella de Dom Pérignon que reservaba para cuando el Atlético de Madrid ganara el campeonato de Liga. A este paso, cuando haya que celebrar algo de ésto, lo haré con el caldo de gallina que me pongan en el asilo.
Lamento mucho lo de vuestro compañero, el Gordo, que fue sorprendido por la policía robando en el Palacio de la Zarzuela mientras los viejitos que viven allí estaban de veraneo en Marivent, Mallorca. Yo no soy quién para criticar el trabajo de nadie, pero creo que vuestro compañero se arriesgó innecesariamente habiendo tantas otras casas con sus dueños de viaje, irse a robar a una donde siempre dejan un encargado. ¡Maldigo la crisis, que nos hace trabajar a todos en tan malas condiciones!

Nada más, sino desearos mucha suerte y éxitos en esta campaña de verano. Si asaltáis mi casa a última hora de la tarde, con la fresca, os irá mucho mejor, porque ya no da tanto el sol y eso os permite aprovechar la noche para robar bolsos en las terrazas del paseo.

Vuestro afectísimo, 
La víctima.
El ladrón de los Zipi y Zape, "El Manitas"

2 comentarios:

  1. Jajajaj.. que sentido del humor jaja que arte tienes para darle la vuelta a todo.
    un besazo.. jaja me parto

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  2. →Montse: a casi todo podemos darle la vuelta para reírnos. ¿No te parece?

    Si te partes en dos, no tires ninguno de los trozos.

    Muchas gracias y un abrazo
    ug

    ResponderEliminar

Sus comentarios son bienvenidos, muchas gracias.

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