jueves, 7 de marzo de 2013

Fantasías animadas de ayer y hoy.


N. del A. El blog de natsnoC, Chez Morera, celebra su segunda semana temática con el tema la Fantasía. Una estupenda idea a la que me he sumado sin pensarlo, como se hacen las grandes cosas de la vida. A pesar de sus muchas acepciones, la  palabra me trae recuerdos de dibujos animados y de eso hablo hoy.

Año IV opus 127

Como le sucede a casi todos, no se me da muy bien eso de escribir sobre un tema decidido previamente. Ser bloguero es un oficio romántico y por lo tanto, tenemos absoluta dependencia de las Musas, que inspiran sobre lo que ellas quieren y no aceptan encargos. Pese a ello, si algún día quiero ser alguien en esta sociedad de pelotas y correveydiles es menester que aprenda a escribir al dictado, así que lo intento. Al fin y al cabo, se trata de escribir sobre un tema libre porque nada hay más libre que la fantasía.

Sobre la palabra fantasía hay miles de posibilidades, pero la primera idea que me saltó de los pliegues del hipocampo fue recordar aquellos dibujos animados de la Warner que empezaban "Fantasías animadas de ayer y hoy presentan...". Curiosamente también me vino a la cabeza Walt Disney y su lema "El mundo es una cascada de colores". Esto me demuestra que, al menos en mi cabeza, la palabra fantasía está relacionada con la infancia. Parece que la madurez consiste en alejarnos de las fantasías, salvo de las sexuales y aferrarnos a realidades asibles. Dado que todavía me gustan las películas de animación, debe ser que tengo aún mucho que madurar.

En aquellos años felices la paternal y única Televisión Pública nos dosificaba los dibujos a unas horas concretas de la programación televisiva, entre las seis y las ocho de la tarde los días de diario y luego los sábados por la mañana. Esto ayudaba a los padres a crear hábitos de horario en los hijos, pues había horas para la televisión y horas para otras cosas, no como ahora que con tantos canales hay programación infantil incluso de madrugada. En este punto no podemos usar la palabra progreso.

En esa reducida ventana horaria teníamos que aprovechar para ver los dibujos de Merrie Melodies y las aventuras de Busgs Bunny, el Pato Lucas, el Gallo Claudio, el invencible Correcaminos... En esta serie salía el personaje de Elmer Gruñón (Elmer Fudd) cuyo carácter irascible, su carita mofletuda y enorme cabezón me ocasionó que aún hoy mis hermanos me llamen Elmer.
Hay que decir que yo tenía otras preferencias, y era la inacabable variedad de los personajes de Hanna y Barbera. Por citar sólo algunos: el Gorila Maguila, el Perro Pulgoso, Leoncio el León y Tristón, los Autos Locos...Me encantaba ver al Oso Yogui por su capacidad para devorar emparedados de varios pisos porque yo entonces ya era un glotón. Adorable era el padre de familia de Los osos montañeses, hombre holgazán y de pocas palabras que sólo se levantaba de su mecedora para disparar a sus vecinos. 

De la serie de Terrytoons fui menos aficionado. Nunca me hizo mucha gracia Super Ratón, ese personajillo que nos inducía  al dopping, recomendando que no olvidáramos supervitaminarnos y mineralizarnos. Los ciclistas imputados en la Operación Puerto deberían denunciarle. 
Lo mismo podría decir de Popeye, y de su repelente novia Olivia,  una mujer voluble donde las haya, (en ella se inspiraría Verdi para su  Donna e mobile), porque en las peleas entre Brutus y Popeye cambiaba alternativamente de bando según el signo de la liza. Sólamente me atraía ver a Pilón comer pizzas y hamburguesas, ya que las entonces sobrevaloradas espinacas de Popeye no me abrían el apetito.

Por supuesto, hago mención especial a la Pantera Rosa, de la que aún hoy soy fan incondicional. Se demuestra que la palabra no es imprescindible, algo que ya sabíamos desde los tiempos de Charles Chaplin, Buster Keaton y Harold Lloyd.

Y termino con una referencia a los dibujos modernos, de los que ven los chiquillos hoy en día. Si la palabra fantasía tiene algo que ver con Creatividad, eso se demuestra con la serie de Bob Esponja. Cuando ya creíamos que toda la fauna había sido representada en un personaje de dibujos animados, nos sorprenden con un entrañable objeto que todos tenemos junto al bidé para darnos brillo y esplendor allí donde la nobleza escasea. Fantástico.


10 comentarios:

  1. Pues voy a coincidir contigo en casi todo, aunque a mi sí me gustaba Super Ratón. Popeye y Olivia no, pero como entonces había pocas (ninguna) opciones, el rato que nos dejaban lo veíamos todo.

    Si te parece que Bob Esponja está bien, échale un ojo a "Hora de Aventuras" en Boing. Ahi un episodio con empresarios zombis que es antológico, pero es en general grandiosa.

    Ah, y gracias por la aportación, se agradece el esfuerzo.

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    1. →natsnoC: Muchas gracias a ti por la iniciativa. Tengo que ver eso de los empresarios zombis, aunque los dibujos sobre la realidad económica española ya aburren.
      Ug

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  2. Fantástica entrada. Sí señor, las fantasías animadas de ayer y hoy no podían faltar aquí... A mí me gustaban todos ellos, y me siguen gustando, lo sé porque los sigo viendo. Me has traído muy buenos recuerdos, Tío Eugenio, muchas gracias. Muy entrañable el post. Saludos.

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    1. →Cliementine: bienvenida por esta tu casa. Me alegro de que haya podido desempolvar esos recuerdos buenos que tenemos todos por ahí. Muchas gracias y saludos.

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  3. Pero que genial repasar los dibujos de nuestra época... me encanta!!
    Que la fantasia no decaiga igual que no decae el niño que llevamos dentro
    besos

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    1. →Layna: el niño que llevamos dentro no decae, es el viejo que lo envuelve el que necesita la fantasía.
      Muchas gracias por venir.
      Besos

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  4. De acuerdo completamente en tus gustos animados, querido Ug, excepto en lo de BOB ESPONJA. Puede que, la visión ocasional de semejante alelado, que es verdad que hace las delicias de nuestros hijos, sin que acabemos de comprender bien por qué, sea más o menos soportable, no digo que no. Eso sí, cuando tienes altas dosis de cangreburguer en vena, te aseguro que ni la fantasía ni la mágica sensación de que es adorable, es capaz de alcanzarte ni convencerte de la pertinencia de semejante dibujo.
    Te reto a un día entero en mi casa con altas dosis de Bob para que escribas otra entrada de blog.
    Ahí te he lanzado un guante, a ver si lo recoges...
    Un abrazo Ug

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    1. →Azaria: creo que lo de Bob Esponja lo has visto pocos miles de veces. Quédate con tus caninos a ver unos pocos cientos de episodios más. Por la madrugada puedes verlos también.
      Al final le encontrarás el gusto. Y en el baño usarás billetes de banco en vez de esponjas.
      Abrazos
      ug

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  5. jeje un entrañable paseo por la infancia, los personajes que mencionas ya son parte de nuestros recuerdos e incluso de nuestro imaginario de (sosos) adultos

    besos,

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    1. →maslama: un pequeño paseo, porque me he dejado a muchos fuera, como los Picapiedra o Magoo, pero en fin, no podemos hacer una sosa enciclopedia de adultos.
      Muchas gracias por venir por esta tu casa,
      besos
      ug

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Sus comentarios son bienvenidos, muchas gracias.

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