lunes, 25 de julio de 2011

Haiti

N. del A. He estado en Caixa Forum viendo una exposición de fotografía sobre Haiti, después del terremoto (más información aquí). Allí he visto algunas fotos que han conseguido penetrar mi duro corazón de burguesito acomodaticio y archivarse en una de las aurículas. Por esta razón, escribo.
Opus 65

Sí, Haití sigue existiendo, a pesar de que ya no aparece en las primeras páginas de los periódicos, y de que ya no se hacen festivales, encuentros deportivos o programas de televisión con el fin de recaudar fondos para los afectados. Sí, los afectados siguen estando allí: siguen siendo igual de afectados e igual de pobres.

Haití es una de esas desgracias que nos impresionan la retina durante unos segundos (o unos días, o unas semanas) y luego se borra del disco duro de nuestro cerebro. Como pasará con Japón, o como pasará con cualquier otra. No podía ser menos, el olvido nos ayuda a vivir. Si la Sociedad de la Información nos inunda puntualmente con todas y cada una de las desgracias que pasan y cada una nos produce, en mayor o menor medida, desolación en el cuerpo, ¿podríamos vivir acaso si no es gracias al olvido?

El problema es que el olvido es enemigo de los más débiles. Haití es un buen ejemplo. Un año y medio después del terremoto los ciudadanos de Haití siguen luchando por recuperar su vida, viviendo en las ruinas y lavándose en las cloacas. Hay 600.000 personas a día de hoy en los campos de desplazados.

De la exposición que he ido a ver, voy a enseñar una única foto, perteneciente a Emilio Morenatti: la de un grupo de chavales que juegan al fútbol con una sola pierna. Son minusválidos gracias al terremoto y a las guerras civiles anteriores, pero ello no les impide jugar. Impresiona, ¿verdad? 


Mis dos hijos juegan al fútbol. Quiero que vean esta foto para que la tengan presente cuando me digan que no pueden jugar porque sus zapatillas tienen las suelas algo desgastadas. Para que conozcan lo que significa el valor, que no es presumir de lo que se tiene o de lo que se puede hacer. Estos chicos de la foto tienen verdadero valor gracias a lo que consiguen hacer y nos dan una lección sobre cómo superar dificultades que no quiero que olviden ni mis hijos, ni mis lectores ni yo.

No sólo se aprende en los libros escritos por eruditos y sabios. También se aprende de gente como estas personas.

domingo, 17 de julio de 2011

Se busca planeta para compra o alquiler

N. del A. Después del parón obligado para visitar la playa, vuelvo a la carga poniendo en solfa viejos proyectos de artículos que tenía por ahí. Hoy, un anuncio inmobiliario..
Opus 64
SE VENDE ESTE PLANETA PARA DERRIBARLO Y APROVECHAR EL SOLAR.
PRECIO A CONVENIR 
Se busca planeta soleado, bien aireado y de fácil acceso, para compra o alquiler. Preferible tenga:
  1. Una capa de ozono nueva y completa, sin agujeros ni remiendos.
  2. Un mar azul, sin mercurio, donde los peces más grandes se coman a los más pequeños y los peces más ricos se puedan comer fritos en la playa.
  3. Un sistema de calefacción en perfecto funcionamiento, sin calentamientos globales y con un ciclo hidrológico diseñado por relojeros suizos.
  4. Tierras fértiles en todos los continentes para que los hombres no tengan emigrar en busca de comida.
  5. Agua corriente en todas las latitudes, para que las mujeres no tengan que recorrer cada día varios kilómetros con el cántaro de su familia.
  6. Minerales al alcance de la mano, para que los niños no se dejen la vida arrastrándose por galerías donde encuentran oro para otros.
  7. Centrales nucleares dedicadas exclusivamente a fabricar bolsos de fiesta y disfraces de pirata.
  8. Volcanes furiosos llenos de lava, que sólo entran en erupción cuando está filmando National Geographic.
  9. Terremotos sólo los jueves por la tarde y únicamente en las zonas permitidas.
  10. Millones de Minas antipersona sembradas por doquier que al pisarlas reciten versos de Neruda y...
  11. Una especie dominante y no sojuzgante.
Por favor, interesados escribir a:
eltioeugeniosedrogaconsalmorejo @ estoesunsindios.es

viernes, 1 de julio de 2011

Mis adorables ladrones

N. del A.  Nunca me han robado en mi casa durante mis vacaciones, pero sé que es una aventura más habitual de lo que se cree: muchas casas son asaltadas durante el verano aprovechando que su dueño está disfrutando de sus merecidas. Me solidarizo con la gente que tiene que trabajar en verano, así que dedico esta entrada a esos esforzados delincuentes que, mientras los demás disfrutamos de lo lindo, se ven obligados a  trabajar sin descanso bajo este calor agotador.
Opus 63
Estimados ladrones, cacos, abanicadores, alcatiferos, chinadores, percadores, gomarreros, butroneros, rateros, chorizos, chorros, culateros, atracadores, bandidos, cuatreros, descuideros, escruchantes, maleantes, mangantes, rateros, saqueadores, rapaces, robadores, bajamaneros, bandoleros,  malhechores, birlescos y rufianes:


Un año más voy a abandonar mi casa de Móstoles para irme a la playa. ¡Este calor es tan, tan insoportable! Me voy la semana que viene, lo cual pongo en vuestro conocimiento para evitaros la molestia de tener que disfrazaros de viejecita desvalida, de fontanero o de testigo de Jehová, esos recursos que año tras año utilizáis para llamar a mi casa y sonsacarme cuándo voy a empezar las vacaciones. Un derroche innecesario de ingenio. 

Quisiera, a cambio de avisaros de la fecha, pediros que tengáis la cortesía de atender estas humildes súplicas que, en mi opinión, nos beneficiarán tanto a vosotros como a mi, y sin duda redundará en mejorar nuestras ya de por sí difíciles relaciones víctima-malhechor. Lo que yo os pido, simplemente es:
  1. En la entrada de la casa, debajo del felpudo, os he dejado una llave. Usadla. Ya he desistido de gastar el dinero en cerraduras carísimas, alarmas y blindajes, porque ya he visto, año tras año, que nada va a deteneros de entrar. Si os dejo la llave, sé que me ahorraré las molestias y los destrozos de años anteriores.
  2. En el recibidor os dejo unos paños para que piséis el suelo de parquet con ellos. Acabo de barnizar la madera y no me gustaría que, como pasa siempre, me lo pongáis perdido con esos zapatones. Lo de usar los paños es obligatorio; si no lo hacéis, se acabó el robar en mi casa.
  3. He guardado todo el dinero en el primer cajón del dormitorio. No es mucho, pero es lo que puedo dejaros este año, que la crisis afecta a todos por igual. Además, es todo lo que me queda después de pagar los impuestos, tasas y contribuciones con que nuestras autoridades nos distinguen a los buenos ciudadanos. Las joyas de mi abuela que buscábais el año pasado ya no están,  se las llevó una golfa que me dijo "Te quiero", "Dame" y "Adiós, muy buenas" en ese preciso orden. No revolváis todo porque no encontraréis más y a mi me ponéis la casa que se me llevan los demonios.
  4. Sed amables con doña Benita, la vecina. El año pasado le dísteis una mala contestación y lleva todos estos meses repróchandome la mala clase de gente que traigo a mi casa a robar. Por el amor de Dios, ¿qué os cuesta saludar y dar un poquito de conversación?
  5. Si viérais que mis azucenas tienen la tierra un poco seca, echadles un poquito de agua. No me fío mucho de estos sistemas de autoriego. Y de encargárselo a doña Benita, menos todavía.
  6. El jamón de pata negra me lo llevo, porque duermo con él. Podéis beberos, si os apetece, la botella de Dom Pérignon que reservaba para cuando el Atlético de Madrid ganara el campeonato de Liga. A este paso, cuando haya que celebrar algo de ésto, lo haré con el caldo de gallina que me pongan en el asilo.
Lamento mucho lo de vuestro compañero, el Gordo, que fue sorprendido por la policía robando en el Palacio de la Zarzuela mientras los viejitos que viven allí estaban de veraneo en Marivent, Mallorca. Yo no soy quién para criticar el trabajo de nadie, pero creo que vuestro compañero se arriesgó innecesariamente habiendo tantas otras casas con sus dueños de viaje, irse a robar a una donde siempre dejan un encargado. ¡Maldigo la crisis, que nos hace trabajar a todos en tan malas condiciones!

Nada más, sino desearos mucha suerte y éxitos en esta campaña de verano. Si asaltáis mi casa a última hora de la tarde, con la fresca, os irá mucho mejor, porque ya no da tanto el sol y eso os permite aprovechar la noche para robar bolsos en las terrazas del paseo.

Vuestro afectísimo, 
La víctima.
El ladrón de los Zipi y Zape, "El Manitas"

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