N.del A. Hoy estuve en una conferencia donde me hablaban sobre las ventajas directas en nuestra salud que tiene mantener una actitud positiva ante la vida. Compartirlo con lectoras y lectores me parece una actitud positiva, por lo tanto consideren que hoy les doy la tabarra por prescripción facultativa.
Se trata de Luis Castellanos, doctor en filosofía y una de las personas que en España investigan sobre neurociencia, que, según he entendido, no son muchas. Si quieren saber más, pueden leer esta entrevista en La Vanguardia.
El título de la ponencia 678 El número de la Ciencia hace referencia a un conocido libro de David Snowdon (678 monjas y un científico), quien realizó una investigación sobre longevidad y calidad de vida en la vejez en un conjunto de monjas de EEUU. La validez de la investigación, que es de los años 90, viene dada en que el objeto de estudio era un grupo humano muy homogéneo: sólo mujeres -todas del mismo sexo-, con un nivel cultural alto-eran profesoras de colegio-, una calidad de vida común para todas y actividad y hábitos cotidianos exactamente iguales.
Snowdon apreció que había muchas hermanas que llegaban a centenarias. Y que muchas de ellas alcanzaban la vejez en unas condiciones sicológicas y físicas envidiables. Evidentemente se comprobó con el estudio que la congregación mantenía hábitos alimenticios e higiénicos sanos, pero además se observó científicamente, otro dato fundamental:
Las monjas que utilizaban un lenguaje más positivo son las que vivían más años y en mejores condiciones. Tomen buena nota.
Cada monja al ingresar en la orden redactaba una autobiografía. Al examinarlas, años después, los investigadores valoraban aritméticamente el uso de expresiones positivas, negativas o neutras. También se calificó la densidad del lenguaje y la complejidad gramatical. El resultado que se derivó es que las que obtenían mejores puntuaciones eran más longevas y unas viejitas estupendas.
Además, Snowdon observó que las religiosas mantenían actitudes saludables como sonreír continuamente, fomentar la lectura y la escritura o no negarse a las novedades, como lo era precisamente ese estudio en el que colaboraron de forma entusiasta, hasta el punto de donar sus cerebros al morir, exactamente 678 ejemplares.
El resultado que se desprende es que sonreir no es sólamente un estupendo tratamiento de belleza, es además una vacuna para prevenir el alzheimer y otras enfermedades tan comunes en nuestros ancianos. Bueno, sonreír y mucho más, por supuesto; por citar algunas actitudes saludables:
En definitiva, cambiar actitudes para lograr un beneficio en nuestra salud, dignificar nuestra ancianidad manteniendo viva nuestra inteligencia. Vivir más y mejor. Y lo más importante, también influimos beneficiosamente en las personas de nuestro ecosistema.
Yo creo que nuestro Gobierno pensaba en esto cuando nos han retrasado la edad de jubilación a los 67. Gracias, muchas gracias, José Luis. De momento, les dejo el vídeo de una abuelita salsera, ejemplo de cómo quiero moverme yo dentro de algunos añitos.
- Fomentar las emociones positivas.
- Cuidar el lenguaje con el que nos expresamos.
- Entrenar nuestra mente para interpretar los acontecimientos de una manera constructiva.
- Mantener viva nuestra curiosidad, leer, escribir...
- No juzgar nada por imposible a priori.
- Sonreír sin necesidad aparente.
- ...
En definitiva, cambiar actitudes para lograr un beneficio en nuestra salud, dignificar nuestra ancianidad manteniendo viva nuestra inteligencia. Vivir más y mejor. Y lo más importante, también influimos beneficiosamente en las personas de nuestro ecosistema.
Yo creo que nuestro Gobierno pensaba en esto cuando nos han retrasado la edad de jubilación a los 67. Gracias, muchas gracias, José Luis. De momento, les dejo el vídeo de una abuelita salsera, ejemplo de cómo quiero moverme yo dentro de algunos añitos.
Yo ya he tomado buena nota. Cuando llegue a los 90... me meto a monja.
¡Buenos días Ug! Te leo hoy con el café de la mañana y no me dejas otro remedio que comentarte. Verás, cuando escucho o leo consejos como los que acabas de describir: sonreír, tener actitudes positivas, utilizar un lenguaje rico, rechazar los prejuicios... siempre pienso que quizás se equivoquen en lo de que eso le ayuda a uno a vivir más, pero lo que es verdad verdadera es que le ayuda a vivir mejor y a mejorar el calidad de vida de los que les rodean.
ResponderEliminarHace tiempo que practico una máxima que me va de cine: "Amargados, los justos".
Por cierto, a los 90 nos encontraremos en el convento (mucho mejor que en el asilo ¡ande va a parar!).
Un abrazo mañanero.
donde se buscan unas piernas como las de la abuela? yo las quiero ya! no quiero esperar! prometo sonreir, ser amable, no gritar a los niños ni al marido, ser más amable si cabe con los que me llaman casi 20 veces al dia para que cambie de compañia de telefono (esto me va a costar mucho....)saludar siempre en el gym aun a sabiendas que nadie me va a contestar nunca... pero quiero unas piernas así! ASSSUCAAARRR!
ResponderEliminar→ Francesca: efectivamente, no sé si sonreír siempre me va a dar más años de vida:si fuera así, las hienas serían inmortales. Lo que sí sé es que cada amargura nos quita "vidas" (como en los videojuegos) a nosotros y a los nuestros.
ResponderEliminarAsí que te doy la razón, amargados/as poquitos/as.
Espero que nos veamos en un convento de los que hacen dulces y pastitas que es lo que me gusta, Sor Francesca.
Ug
→Kira: No me dijeron nada de que ser simpático mejorara el físico, sólo que vivías más. Pero sí, una buena sonrisa puede a todo lo demás, no lo digo por ser correcto, en el fondo es así.
ResponderEliminarPor cierto, también me dijeron que enviar al carajo a todos los pesados de las operadoras también te daba vida.
Ug
He tardado en ponerme al día, con todo lo atrasado de tu blog, pero.¡que bien me lo he pasado!
ResponderEliminarBesos
Nela
→Nela: te felicito por que ya te hayas puesto al día con los deberes. Muy bien, ¿qué sería de ti si no te leyeras todas las cosicas que escribimos todos?
ResponderEliminarMuchas gracias por venir y me alegro muchísimo de volver a verte aquí.
Ug