N. del A: No soy un friqui de La Guerra de las Galaxias, el tema del artículo de hoy es otra cosa, la paternidad, pero creo que ese señor medio nazi con voz de enfermo de EPOC y el niñato rubio me sirven perfectamente de ejemplo. No obstante, nótese que no he dicho Star Wars, lo que ofrece una ligera idea al lector de qué películas de la serie son mis favoritas, si las modernas o las antiguas
La foto que ilustra la entrada de hoy la he elegido como la del arquetipo de mal padre. El señor Vader no sólo se despreocupó completamente de sus mellizos hasta bien pasada la adolescencia de los nenes, sino que una vez que tuvo conciencia de ellos, los persiguió, ora para encarcelarlos, ora para corromperlos. Le perdió que quisiera convencer a sus chinorris para que se pasaran al otro bando o a la otra acera, que no sé bien si en aquella galaxia tan lejana se apreciaba completamente la diferencia.
Luke descubre que tiene un padre suelto por ahí y sabiendo que éste es una pésima persona y peor vecino, se empeña en quererle como padre. ¿Era tan importante que fuera realmente su procreador? ¡Si era más malo que la mar en bote!
Bien, este ejemplo viene al caso porque recientemente, en una conversación entre amigos surgió el conocido tópico de “la madre se conoce, pero padre puede ser cualquiera...” que es como se traduciría, libremente, el latinajo que pone título a este artículo. Y recordé que no hace mucho mi hijo mayor me repitió esa misma tontuna, bromeando, «mira que si no eres mi padre y soy hijo del butanero…»
- Estoy absolutamente seguro de que soy tu padre.
Lo dije con seguridad y convicción, como si declarara ante un Jurado. Mi hijo me miró con cara de decir « ¿Por qué estás tan seguro? Nunca se sabe ». Sí que se sabe, sí, es facilísimo.
No estoy hablando de una confianza ciega en su madre, que la he tenido, por supuesto, ya que aunque la vida ha separado nuestros caminos, nunca existió un problema de confianza entre nosotros. No es una cuestión de parecido, porque mi hijo es completamente diferente a mi, tanto en sus estupendas condiciones físicas, como en su carácter extrovertido. Tampoco hablo de ninguna prueba de ADN, que no me han practicado ninguna. Simplemente estoy seguro de que el butanero no es su padre porque…
Porque el señor butanero jamás le dio un biberón ni le cambió los pañales. No se pasó noches enteras cantando boleros con el niño en brazos o en la sala de espera de Urgencias. El butanero no se preocupó en ningún momento de buscarle guarderías, colegio o institutos, no le regañó cuando tocaba un enchufe ni jugó con él a las peleas de gatos en el césped del parque.
Nunca vi al butanero enfadado con él una noche porque el muchacho transgredió el horario normalizado ni preocuparse en indagar con quién había estado. No se conoce que le haya dado al chico diez euros, mil advertencias y un condón antes de ir a las fiestas del barrio. Nadie recuerda que se levantara en la grada de un pabellón a jalear un gol gritando « ¡Yo soy su padre, yo soy su padre! » En fin, sería inacabable la lista, pero al final termina en que el bueno del butanero no le perdonará jamás lo que yo le perdonaré a mi hijo.
Ademas, en la casa donde vivíamos entonces todo era eléctrico, ningún repartidor de gas butano tenía excusa para ir allí.
De esto se deduce que ser padre es algo más que eyacular en el momento justo en el lugar adecuado. No es ninguna heroicidad, pero sin duda es hacer algo. Puede que algunas de mis lectoras piensen que, según esto, sus hijos carecen de padre. Allá cada cual, para mí no hay mayor prueba de paternidad que el ejercicio de la misma, mucho más fiable que el test del ADN y el registro civil. Con toda seguridad, hemos hecho cosas mal, pero esos errores los hemos cometido su madre y yo en persona, nadie más. Y los aciertos también.
Por eso, cuando mi hijo bromeaba sobre si era yo su padre o no, le respondí con la voz grave y solemne de Darth Vader/Constantino Romero: « SÍ, YO-SOY-TU-PADRE»
Ug, has dicho una gran verdad, aplicable a ambos géneros, ya que muchas mujeres pueden no haber parido pero sí haberse ganado el título como dices con el ejercicio día a día, con aciertos y errores.
ResponderEliminarSaludos desde Argentina, donde casualmente este domingo se festejó el Día de la Madre.
¡Muchas gracias por venir por aquí, Paula! Como bien dices, es aplicable a muchas madres y madrastras y abuelos y abuelas y padrinos y madrinas... lo que es evidente es que Darth Vader no era un padre ejemplar.
ResponderEliminarEspero que hayáis tenido un feliz día de la madre. Un abrazo desde Móstoles
Ug
Magnífico, Ug. ¡Cuánta razón tienes, amigo mío, en que a fin de cuentas 'padre' (y 'madre', ojito) son nomeclaturas como otras cualquiera. Parir no te convierte en madre. Ni eyacular acertadamente en la semana fértil de tu partenaire tampoco. Más allá de lo biológico, afortunadamente, está el afecto, el desvelo y el acompañamiento. El día a día, los besos, los abrazos, los cuentos nocturnos y el Apiretal dado a las tantas de la madrugada no son tareas que requieran de un RH determinado. Y, puestos a ser simplistas, parir y eyacular lo puede hacer culquiera. Ser padre y madre de modo incondicional, dedicado y amoroso, no. Gracias a Dios, el amor está más allá de lo sanguíneo. Me ha encantado, de verdad. Un beso grande desde Toletum.
ResponderEliminarPor cierto, me lo llevo a mi Facebook con tu permiso. Otro beso.
ResponderEliminar¿Qué haríamos sin el Apiretal? ¿y sin el Sulmetin Papaverina?
ResponderEliminarNo sé yo eso de que parir lo puede hacer cualquiera, aunque reconozco que yo no me lo he propuesto suficientemente. Para eso hay que valer.
Muchas gracias por repartir tu comentario en dos veces, porque así me llevo dos besos.
Otros dos besos de vuelta desde Móstoles.
Ug
Nuevamente por aquí leyendo su publicación. Cuan cierta es! Yo tengo en mi propia vida prueba fehaciente de lo cierto de su concepto de paternidad. Después de que mi hijo tiene dos años, el donante biológico que hizo posible que pasara de ser una parte de mi a ser un ser humano independiente, habiéndose negado a que naciera, y habiendo también negado que fuera suyo, ahora me recrimina que yo no tengo derecho a negarle que conozca a su "padre". Vaya que hay hombres frescos e inconscientes en esta tierra! Pero a lo que voy, de verdad lo felicito, como se nota que usted si es un padre, mas allá de la biología o la genética, en el corazón, el alma, que es donde mejor se ubica este sentimiento. Gracias!
ResponderEliminar→Elena Acuña:gracias por sus palabras de animo. Creo que su caso bien hubiera valido como ejemplo, igual que el de Darth Vader.
ResponderEliminarNo se si soy buen padre, pero al menos hago de padre, para bien o para mal.
Gracias nuevamente y mucha suerte.
Ug