N. de. A. A menudo en el trabajo, recibo correos electrónicos escritos a horas inverosímiles, incluidos sábados o domingos.Y me da pena ver gente obligada a trabajar a todas horas (algunos casos) y gente que se ha obligado a sí misma (los más). Debemos empezar por nosotros mismos a convencernos de la necesidad de disfrutar de nuestro tiempo libre.
Han sido unos huéspedes muy finos y educados. Eso sí, de derechas de toda la vida. |
Vida familiar... parece mentira que sea una reivindicación social poder tener tiempo para dedicar a los hijos o simplemente a nosotros mismos. Es increíble, se lo cuentas a una familia de gorilas y no te creen.
Hace poco que esto mismo lo discutía con unos gorilas de montaña que tenía alojados en mi casa, un matrimonio con un cachorro que han venido del Parque Nacional de Virunga, en el Congo, para ver uno de los partidos de fútbol del Real Madrid-FC Barcelona de este año. Son gorilas de buena familia, con posibles.
Les contaba que en nuestra civilizada sociedad humana, dedicamos el tiempo a ganarnos la vida, y pues conseguimos estar vivos, tenemos más tiempo para ganarnos la vida, que nos permite estar vivos para... Se partían de la risa. «La Evolución - me dijo el espalda plateada y padre de familia- les ha llevado a ustedes a una situación delirante, donde el tiempo se hace más valioso que la vida». Sólo pude darle la razón. La presión de nuestro modo de vida nos empuja a dedicar cada vez más tiempo a "triunfar". Las carreras profesionales se han hecho demasiado importantes. Vivir, cada vez nos importa menos.
Les dije que sabía de hombres -y también mujeres- que sólo conocen a sus hijos por las fotos que tienen en la mesa de trabajo, ya que llegan demasiado tarde a casa como para trabajar de padre o madre. No podían entender que los fines de semana encendieran el ordenador portátil o la blackberry para «consultar un momentito el correo». Incluso he visto gente trabajando con el portátil en la arena de la playa. Esto último hizo reir a carcajadas al gorila más pequeño, que tuvo que ser reprendido por su madre para recuperar la compostura.
Muchas veces son las empresas las que nos obligan, con sus exigencias de objetivos que cumplir. Otras somos nosotros mismos los que nos imponemos hacer méritos todo el tiempo posible para asegurar nuestra carrera. Otras veces, nos obligamos unos a otros en un bucle que no acaba. Tanta es la competencia, que parece que hay que elegir entre hacer carrera en la empresa o estar con nuestra familia.
Tenemos que convencernos de que el mejor invento del siglo XX, como muy bien me hizo ver el gorila, no es la nave espacial ni internet ni el papel higiénico. El mayor avance de la humanidad en el siglo XX es el ocio. Es el concepto del derecho al descanso y al tiempo libre, que nos hace más humanos. Tiempo para trabajar, tiempo para vivir.
Me decían los gorilas que éramos unos verdaderos ignorantes porque no conocíamos el inmenso valor de disponer de tiempo libre en un país en paz: ellos vienen de un lugar cercano a Gomá, famoso por su población humana proclive a exterminarse entre diferentes bandos y todos los bandos proclives a exterminar a los gorilas.
Me decían los gorilas que éramos unos verdaderos ignorantes porque no conocíamos el inmenso valor de disponer de tiempo libre en un país en paz: ellos vienen de un lugar cercano a Gomá, famoso por su población humana proclive a exterminarse entre diferentes bandos y todos los bandos proclives a exterminar a los gorilas.
La familia gorila ya se ha marchado a su selva, a emplear el tiempo en comer hojas y frutas y esconderse de los cazadores furtivos. El cachorro iba tan orgulloso con su camiseta de fútbol. Su padre, en cambio, volvía muy contrariado con el resultado del partido, repitiendo continuamente «¿porqué, por qué?» con acento portugués. Se prometía desahogarse con el próximo aspirante a macho alfa que apareciera en su grupo.
Yo me quedé sólo en mi casa, con tiempo libre para hacer lo que yo decida y consiga hacer, porque en el momento en que escribo esto vivo en un país en paz y dispongo, afortunadamente, de mi trabajo. Y me quedo con la firme intención de procurar en la medida de mis posiblidades que mis niños, si en el futuro evolucionaran a humanos, puedan disfrutar de una vida con tiempo para vivirla.
Y a los que aspiramos a parecernos lo más posible a los gorilas, nos considera el resto de la humanidad (o sea, los ambiciosos de prestigio y bienes materiales), una "basurilla"... ¡pobres!
ResponderEliminar→´Victoria: La verdad es que como basurilla no estamos mal ¿no?
ResponderEliminarUn beso, niña
ug
No dejas de tener razón, Ug...
ResponderEliminarAl punto que pienso en la frase que por estos días indica mi estado en el chat de Gmail: "Necesito días que duren 96 horas" para incluir trabajo, descanso y ocio con familia y amigos :P
Y tu sentido del humor me encanta ;) ("mis niños, si en el futuro evolucionaran a humanos" entre otras perlitas)
→Paula: Si los días tuvieran 96 horas trabajaríamos más, mejor que estén de 24.
ResponderEliminarMis niños son dos varones adolescentes... serán humanos por los genes, no porque su trayectoria actual permita intuirlo.
Muchas gracias por tu visita.
Un abrazo,
ug
Saber gestionar el tiempo en su totalidad... es una asignatura pendiente para muchos. En mi caso mi mente sigue en cosas del trabajo cuando salgo del trabajo pero me obligo a desconectar. Tener tiempo para uno mismo y saber disfrutarlo es primordial. Mis hijos de 6 y 4 años me restan demasiado de mi tiempo libre pero cada día intento encontrar un hueco pequeño para mí y mis hobbys, solo así sobrevivo entre medio de tanta jungla de competencias y obligaciones occidentales. Por gusto me cambio por los gorilas una larga temporada pero lo difícil es vivir aquí con la tranquilidad que se debe respirar allí. Me ha encantado este post. Un saludo
ResponderEliminar→Layna: ten cuidado con lo que deseas que vivir como una gorila no debe ser fácil. Tienes razón, hay que administrar nuestra vida por prioridades, está bien el trabajo, los niños,... pero también nosotros.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu amabilidad y un saludo,
Ug
Has dado en el clavo en muchas cosas, Ug, como siempre. Si una cosa he aprendido es que la mayoría de los humanos se lamenta siempre, cuando ya no tiene más tiempo, de no haber reído más, no haber vivido con sus hijos más, no haber viajado más o disfrutado más de las cosas más sencillas.
ResponderEliminarEs verdad que el dinero es necesario para vivir y que para eso hay que trabajar. Es verdad que la crisis no perdona y que tenemos otras obligaciones antes que vivir.
Sin embargo, me pregunto a veces por qué tanto, para qué queremos una bici de carreras si no tenemos tiempo de irnos con ella y nuestros hijos, o una televisión nueva de plasma y pantalla no se qué, si luego nos quedamos fritos frente a ella.
Menos necesitar cosas y dinero para llegar a fin de mes y más vivir el mes. O no????
→Azaria: pues sí, hija, sí, yo me he comprado ahora una tele LCD y me quedo frito en cuanto me pongo. Pero tienes razón, podemos vivir con menos cosas, pero no con menos tiempo.
ResponderEliminarMe alegro de verte "con tiempo" para dedicarle a tus cosas.
Un abrazo,
ug
Es que mi deseo no pasa por estirar los días proporcionalmente (así no tendría gracia, siempre ganaría el trabajo), sino en agregar esas horas que nos faltan, las de "calidad", las de risas y juegos, las personales...
ResponderEliminarBueno, soñar no cuesta nada ¿no?
Cariños desde el sur, Paula
→Paula, eso está mejor, mucho mejor.
ResponderEliminarCariños desde Móstoles.
Ug