jueves, 5 de mayo de 2011

Un Kalashnikov para el día de la Madre

N. del A.: Hace poco hemos celebrado en España el día de la Madre. Seguro que usted le ha regalado a la suya unas flores, un perfume o una batidora americana. ¡Pobre! Aprenda usted a hacer un regalo con buen gusto, que madre sólo hay una, por Dios.
Opus 50
-Mamá, éste es mi regalo del día de la Madre.. Te quiero mucho. 

Le entrego el regalo. Mi madre abre el paquete,  es un objeto alargado y duro. ¿Es un salchichón? pregunta. Una vez abierto, lo mira asombrada y perpleja.

- Es un fusil de asalto AK 47- le explico ilusionado.
- ¿Un qué?
- Una metralleta, mamá, una metralleta.
- ¡Ay hijo, muchas gracias! Pues has acertado, porque no tengo ninguna. Uy, no sé donde ponerla.

Pacientemente le explico cómo funciona. Es más fácil que el teléfono móvil porque no hay que teclear números y todavía no hacen las metralletas con cámara fotográfica de 7 megapíxel ni salida a internet. Sólo tiene una tecla que se llama gatillo. Como si fuera la tecla con el teléfono de color verde.

Le gusta, pero no sabe qué decir. Orgulloso, le doy más detalles.

- Es de fabricación rusa mamá, es de los mejores, de la marca kalashnikov. Los americanos son más caros, pero no mejores, los que entienden de ésto, como mi amigo Boris, usan siempre esta marca.

Me pregunta qué puede hacer ella con una metralleta. Sonrío con aire de suficiencia. Esperaba la pregunta.  Estas mamás... no entienden de nada de la vida moderna. Tienen suerte de tener hijos con estudios que les puedan explicar las cosas. ¡Para qué sirve una metralleta! ¡Por favor!

Le enseño a sujetar el fusil por la empuñadura, con la culata bajo la axila y apoyando la bocacha del arma directamente en el suelo, como un bastón inglés. Le explico que debe apoyar el peso de la cadera mala sobre el fusil cuando camine.

-¿Y no voy mejor con mi bastón?- Mi madre a veces hace unas preguntas muy tontas.
- Pues claro que no, mamá. Deja tu bastón en casa y usa siempre esta metralleta para apoyarte cuando vayas por la calle. Notarás la diferencia, te lo digo yo. 

En estos días me ha dado la razón. Desde que deja el bastón en casa y sale a la calle apoyada en su AK47, la vida le resulta mucho más fácil. En la carnicería, por ejemplo, le atienden rapídisimo y siempre le dan filetes buenos. En el banco, ya no le ponen mala cara cuando va a sacar su pensión en la ventanilla. Antes siempre le decían que utilizara el cajero automático, ahora la atiende el director en persona. 

Todo le resulta mejor. Durante generaciones, los golfillos del barrio se sentaban en su portal a beber y a fumar y a dar voces. Desde el primer día que la vieron salir cojeando con su nuevo bastón automático del calibre 7,62, se reúnen en la biblioteca para leer a Chomsky. Ya no vienen a casa vendedores ambulantes, ni agentes comerciales ni apóstoles. Una delicia.

Mi madre está contentísima. Lo muestra orgullosa en la peluquería y todas las parroquianas le dan la razón. Ahora dice que no podría salir sin su bastón nuevo. ¿Acaso es tan difícil hacer feliz a nuestra amada madre?




PD: He leido en este artículo   que un fusil de éstos puede comprarse por 20 € en algunos países y que por esta razón hay más de 50 millones de unidades en circulación por ahí.  No he encontrado fotos de viejitas con un AK47, pero sí muchas de niños, lo cual hace que se me ericen hasta los pelillos de la nariz.


Un niño de la tribu Mursi (o Murzu), una tribu nómada, posando junto a otros niños con su rifle Kalashnikov en la región donde viven.
¿Es una mirada orgullosa o triste la de este chiquillo? Foto Diario de Navarra


4 comentarios:

  1. Mira Ug, antes de ver la foto me estaba partiendo de risa... después pues como tu. Yo he trabajado defendiendo a estos niños y a veces sientes que es tarea perdida... pero mientras exista gente como tu que cuelga fotos en un rinconcito de internet y golpea conciencias, pues vale la pena. De todas maneras, la primera parte de muerte... de risa, digo.

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  2. → Kira: muchas gracias niña, lo importante es que se encuentren a gusto las mamás ¿no?
    Como dices, nuestra contribución a estas causas con nuestros blogs sería insignificante si no fuera porque una gota con otra y otra se hace aguacero.
    Un abrazo.
    Ug

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  3. A veces a una le gustaría creer que las fotos son producto del photoshop ese... pero es verdad y eso es más que triste.
    Por eso es bueno utilizar esa ironía tuya, como denuncia y para que nos demos cuenta de lo absurdo de la situación (la primera parte lo parece... ¿la segunda no?... ¡pues eso!... a ver si lo solucionamos de una vez).
    Un abrazo... este blog va creciendo y cada vez me gusta más, ¡que lo sepas!

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  4. →Francesca: tienes mucha razón, no sé cual de las dos partes del post es más absurda o difícil de creer.
    Muchas gracias por tu apoyo, como siempre.
    Un abrazo,
    Ug

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Sus comentarios son bienvenidos, muchas gracias.

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