jueves, 23 de diciembre de 2010

Los Atajos de la vida


N. del. A. Hace unos días charlaba con Azaria sobre diversas cosas. Empezamos preguntándonos por nuestra salud y terminamos filosofando sobre la lucha por la vida, de cómo nuestros jóvenes intentan a toda costa ahorrar esfuerzos y de los beneficios prácticos de planchar las camisas. Nos prometimos publicar simultáneamente algo sobre todo esto en nuestros respectivos blogs y hemos cumplido la amenaza. No se pierdan por favor el relato escrito por Pilar, soberana del blog "Con 40 y a lo loco", un post hermano de leche de éste que hoy les traigo.

Acerca de la juventud, yo sostengo tres afirmaciones que someto al sabio juicio de ustedes: primera, que la juventud actual mantiene una actitud ante la vida menos firme y menos luchadora que nosotros a su edad, con menor espíritu de sacrificio.
 

La segunda afirmación es que esto mismo lo ha pensado indefectiblemente cada generación de la que le sigue a lo largo de toda la historia de la Humanidad.

La tercera de las tesis es que soy un cínico de tomo y lomo por mantener la primera a pesar de la segunda.

Esto viene a cuento porque creo que nuestra sociedad, conmigo a la cabeza (soberbia mostoleña) dedicamos cada vez menos esfuerzo para conseguir las cosas, lo cual es bueno.... o tal vez no tanto. Lo digo especialmente por nuestros descendientes, a quienes veo sinceramente más flojos. Creo que no les estamos educando en la verdadera necesidad del sacrificio.

Pilar me contaba que ella les presentaba a sus alumnos la vida como un videojuego en el que tienen que pasar pantalla tras pantalla y para ganar deben conseguir cada uno de los objetivos que el juego les propone como estudiar, prepararse para un trabajo, trabajar, etc. La comparación es buenísima..., pero es precisamente esto lo que me da miedo.
Yo veo que los chavales de ahora prefieren jugar con videojuegos a jugar a las chapas. La razón es que el videojuego les proporciona más realidad y necesita menos esfuerzo (no hay que coleccionar las chapas, decorarlas con sus equipaciones o tirarse al asfalto de la calle a jugar). Además, en internet se pueden encontrar "trucos" para pasarse las pantallas a capón, con alguna combinación de teclas: control+F5 y ¡hala!, ya alcanzamos de un tirón el nivel 5. Supongo que tal vez piensen los niños que en la realidad también tenemos varias vidas o podemos conseguir más recogiendo quesitos por el camino.

El colmo es que, no sólo no juegan a las chapas, sino que existe un videojuego de Sony que recrea un juego de chapas. Vivir para ver.

Nos domina una opinión muy generalizada de que las cosas pueden conseguirse sin esfuerzo gracias a la tecnología. Los chicos y chicas se fabrican canciones de rap con bases musicales que se obtienen ya hechas en internet y no tienen que saber música, sólo tener ingenio. Si hay que hacer un trabajo de clase, no hay que consultar libros ya que nos asiste la Wikipedia o peor aún, puede que en el Rincón del Vago ya exista el trabajo previamente hecho. La tecnología ofrece a estas criaturas muchos y diferentes atajos para conseguir lo que quieren, la consecuencia es que siempre buscan la combinación de teclas que les solucione la vida.

Eso es lo que me preocupa de mis hijos. Pero esto que escribo son sólo síntomas que en realidad se manifiestan a cualquier edad. Dependerá, supongo, de las personas no de sus años, ya que, como cantaba Brassens, el tiempo no mejora las cosas, de modo que «quand on est con, on est con» (no lo traduzco por si me leen niños, que de todas maneras pueden atajar con un traductor de internet). Todos, adultos y jóvenes utilizamos a diario muchas formas de atajar:
  • La lotería que cantan los niños de San Ildefonso el día que escribo esto. Los españoles jugamos más que la media europea, es la esperanza del vivir sin trabajar.
  • Nos hacemos cirugía estética, porque una buena imagen es la forma más fácil y rápida de gustar a otras personas.
  • Nos empedramos de ansiolíticos cada vez que tenemos algún problema que es más rápido que afrontarlos.
  • Nos llenamos de electrodomésticos, uno para cada cosa que hacemos en casa.
  • A menudo vemos en televisión gente que vive del cuento o cuyo único trabajo es mantenerse como famoso, que es más facil que ejercer una profesión.
  • Para prosperar en la vida pegamos braguetazos, o trepamos en la empresa si nos surge la oportunidad, aunque sea sin méritos.
  • Buscamos pareja a la carta, a través de internet.
  • Preferimos las autopistas antes que la carretera que sube por el puerto.
  • ...  

Son atajos de la vida. Está bien buscar atajos, pero a veces tiene sus peligros: 
  • Echar por el atajo no siempre ahorra trabajo es un refrán castellano.
  • Al infierno se va por atajos, jeringas y recetas. Lo canta Joaquin Sabina

Nos pasamos la vida explorando atajos para llegar antes nuestros objetivos y no valoramos el esfuerzo de conseguirlos. ¿No decía El Principito de Saint Exupèry que si tuviera pastillas para no tener sed, emplearía el tiempo que se ahorrara en beber agua caminando despacito hasta una fuente? Al fin y al cabo lo importante es participar, tan importante es hacer las cosas como tenerlas hechas.

Por Dios, ¿a quién se le ocurrió vender bolsas de pipas peladas? Si lo divertido es pelarlas.

Despreciemos menos el esfuerzo de hacer las cosas y cocinemos más en vez de estar cocinados. Veamos la vida como un bricolage, sin esfuerzos inútiles, simplemente sabiendo que atajando nos perdemos muchas cosas por el camino.

Sé que es un tópico nada erudito, pero esta última afirmación me lleva directamente a Kavafis:

Ahora que hacia Itaca partes,
espera que tu camino sea largo,
lleno de aventura, lleno de descubrimientos.
....
Espera que tu camino sea largo.
Ojalá que haya muchas mañanas de verano
en las que con cuanto placer, y con cuanta alegría
entres a puertos que nunca antes viste.

Y sigo afirmando que soy un cínico, porque a pesar de esta apología del esfuerzo, sigo detestando planchar camisas. Por favor, lectores, ¿alguien conoce la combinación de teclas que me permita sacar las camisas ya planchadas de la lavadora?

8 comentarios:

  1. ¡Qué estupendo post, Ug!.
    Me encanta eso de los atajos de la vida. La verdad es que a mí, en más de una ocasión, me hubiera gustado tomar alguno. Carecería, eso sí, de la experiencia de 'camino' tan valiosa para quienes, así perezcamos, somos unos 'frikis' del 'allá voy yo solito así me estrelle'.
    Un abrazo. Feliz fin de año y grandioso 2011.

    ResponderEliminar
  2. →Ana: sea como sea, te deseo que en el 2011 no andes los caminos sola, que no te estrelles, que acumules experiencia (parece que hablo de un videojuego)y que los atajos que tomes tengan estrellas Michelín.
    Un abrazo y que seas feliz el año que viene.
    Ug

    ResponderEliminar
  3. Gracias, Ug. Gracias de verdad y de corazón. Haré mío ese cuarteto de buenos deseos que me trasladas de cara al 2011. Yo también te deseo lo mejor y una ristra kilométrica de estrellas Michelín. Abrazos cibernéticos sin precedentes ;-))

    ResponderEliminar
  4. He tardado en leerlo pero, cuánto me alegro de haberlo hecho!!!! Besito grande,
    Victoria

    ResponderEliminar
  5. He tardado en leerlo pero, cuánto me alegro de haberlo hecho!!! es estupendo!!! Gracias Eugenio.
    Besito grande,
    Victoria

    ResponderEliminar
  6. →Victoria: Nunca es tarde si la lectora es buena. Muchas gracias por tus ánimos, niña.
    Ug

    ResponderEliminar
  7. Me gustó!
    El camin se hace andando, al tomar algunos de los atajos que hablas estamos recorriendo talvés el camino que ya trazó alguien más. eso da comodidiad, provoca inercia, ¿para qué detenerse, si está todo listo? Noo, eso le quita toda la emoción a la vida, hay que recorrerla con todos sus recovecos y todo lo que conlleva, talvés nos salgamos del camino pero quien sabe si nos ayuda a allegar más felices

    ResponderEliminar
  8. →Andrea: creo que lo has definido muy bien, la vida hay que vivirla en todos sus recovecos, aún a riesgo de perderse.
    Bienvenida a esta casa
    Ug

    ResponderEliminar

Sus comentarios son bienvenidos, muchas gracias.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...